La hija de la española

Imagínatelo: te llamas Adelaida Falcón, eres una filóloga treintañera y vives en Caracas. Ahora añádele un poco de realidad: Caracas es una ciudad sin ley en la que impera el hambre, la corrupción, el miedo y la violencia. Y un poco de tragedia personal: Tu madre, que es la otra mitad de tu mundo, acaba de morir. Así empieza la novela de Karina Sainz Borgo, una ficción magistralmente insertada en la Venezuela actual.

A través de la odisea de Adelaida para sobrevivir al desmoronamiento de su vida, que camina pareja al desmoronamiento del país, asistimos a los abusos físicos y morales de un Régimen que maltrata sistemáticamente a la población civil. A Karina Sainz no le tiembla el pulso a la hora de retratar la barbarie y la impunidad con la que campan a sus anchas los Hijos de la Revolución y aborda con la misma crudeza el dilema que atraviesa a la protagonista y que se debate entre huir de Venezuela, bajar la persiana e intentar mirar hacia otro lado o verse obligada a hacer lo que nunca imaginó que sería capaz de hacer para sobrevivir.

“No podía hacer nada por ella y ella tampoco podía hacer nada por mí. Estábamos condenadas, como el resto del país, a desconocernos. Era la culpa del superviviente, algo parecido a lo que padecieron los que se marchaban del país, una sensación de oprobio y vergüenza: darse de baja del sufrimiento era otra forma de traición. Los Hijos de la Revolución consiguieron llegar lo suficientemente lejos. Nos separaron a ambos lados de una línea. El que tiene y el que no. El que se va y el que se queda. El de fiar y el sospechoso. Levantaron el reproche como una más de las divisiones que habían creado en una sociedad que ya las poseía. Yo no vivía bien, pero si de algo estaba segura era de que siempre podría estar peor.”

Esta es la primera novela de Karina Sainz, que se ha convertido en un incontestable y merecido éxito editorial, presente en más de veinte países.