Dinámica de equilibrio

Todo agujero negro reacciona en función de la energía del campo sin masa al que se acopla. Si el campo es enérgico el agujero se vuelve compacto, si su energía mengua, o se dispersa, se producen oscilaciones geométricas en el agujero negro.


Está demostrado que los perfiles, tanto el local como el foráneo, al ser enfrentados a fenómenos de acoplo fuerte, revelan una naturaleza delicada, frágil. Sin embargo las oscilaciones que se liberan en ese encuentro manifiestan una flexible permeabilidad dispuesta al reequilibrio.

La introducción de una pared rígida en ese escenario devuelve de inmediato al campo sin masa a su estado inicial, y al agujero negro a su estado primero, sin que por eso la energía del acoplamiento se vea alterada, si bien el espacio se modifica convirtiéndose en un espacio de 1 +1+X dimensiones.

La dinámica de equilibrio se revela aquí como un proceso orgánico. En un momento inicial, el agujero negro tenderá a fundirse con el cuerpo energético, que al avanzar a otro ritmo, lo devolverá a su órbita, regresando ambos a su espacio cósmico con nueva información sobre las leyes galácticas.

El agujero negro se eleva entonces a un segundo nivel en el que los campos latentes activados por las oscilaciones geométricas liberadas en la fusión, responden a la lógica del equilibrio, que es la primera ley galáctica.